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De entre sus objetivos: numerar a los combatientes, registrar sus nombres tanto como su identidad étnica y geográfica, sus asignaciones...
El objetivo de la fundación del diván de asignaciones se representaba en: numerar a los combatientes, registrar sus nombres tanto como su identidad étnica y geográfica, sus asignaciones y los tiempos debidos de pago y sus armamentos con el fin de facilitar la vida a los soldados y para proporcionar subsidios y pensiones a sus familias[1]. Y los libros de historia están de acuerdo en que el primero que fundó el diván de asignaciones fue el príncipe de los creyentes Omar ibn Al Jattâb (que Al-lâh Esté compalcido con él).
Después del fallecimiento de Abu Bakr (que Al-lâh Esté compalcido con él), Omar ibn Al Jattâb (que Al-lâh Esté compalcido con él) asumió el califato. Y tenía una política especial en la administración de Estado, sobre todo del lado financiero. Por lo tanto, fundó el diván de asignaciones. Y el motivo de la fundación de este diván fue que cuando Al-lâh (Glorificado Sea) Otorgó abundante gracia al califato islámico y se incrementaron los bienes y los territorios, Omar ibn Al Jattâb (que Al-lâh Esté compalcido con él) buscó los mejores modos para repartir este dinero entre la gente. Antes de él, Abu Bakr (que Al-lâh Esté compalcido con él) repartía los botines y el dinero entre la gente con igualdad sin diferenciar entre los precursores de los musulmanes y los posteriores quienes abrazaron el Islam posteriormente. Y cuando algunos Compañeros se opusieron (que Al-lâh Esté compalcido con ellos) a esta división, explicó su punto de vista diciendo: “Y en cuanto a lo que mencionasteis sobre el mérito de los precursores, ¿qué sé yo sobre eso? Al-lâh (Glorificado Sea) Es Quien lo Recompensará. Y en el sustento de la vida mundana la igualdad es mejor que la preferencia”[2].
Pero la perspectiva de Omar ibn Al Jattâb (que Al-lâh Esté compalcido con él) era diferente, ya que puso un grupo de principios generales para los subsidios de la gente, de los cuales: el grado de parentesco con el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam), la antigüedad en el Islam y en el Yihâd; y distinguió a los guerreros según su habilidad en el combate y su lejanía o cercanía del territorio del enemigo[3].
Debido a que los subsidios de la gente variaban según aquellos principios, era necesario establecer un diván independiente para dicho asunto. Y la fundación de dicho diván es una prueba de que la civilización islámica desde la antigüedad seguía el principio de la organización y los criterios adecuados para ello. Por lo tanto el diván de asignaciones era el establecimiento más organizado y preciso desde su fundación, hasta que Omar (que Al-lâh Esté compalcido con él) no excluyó a nadie de la asignación. De este modo, incluyó a los recién nacidos entre los merecedores de las asignaciones. Y es digno de mencionar que la política de este diván era flexible según los incidentes y las novedades, ya que los soldados persas y romanos que abrazaron el Islam más tarde fueron agregados a dicho diván[4].
Algunos Compañeros (que Al-lâh Esté compalcido con ellos), como Hakîm ibn Hizâm (que Al-lâh Esté compalcido con él), rechazaban recibir el subsidio por despego a los goces mundanos. Hakîm ibn Hizâm (que Al-lâh Esté compalcido con él) tenía presente lo que el Profeta (sal-lal-lâh ‘alaihi wa sal-lam) le dijo: “¡Oh Hakîm!” Verdaderamente la riqueza es dulce y atractiva. Quienquiera que la tome y esté satisfecho será bendecido con ella y quienquiera que la obtenga con codicia, no le será bendecida”[5]. Sin duda que esta situación indica la ética que la civilización islámica procuró inculcarle al musulmán merecedor de subsidio.
En el califato omeya, Mu‘âuiah ibn Abi Sufiân (que Al-lâh Esté compalcido con él) ordenó designar a los que vivían lejos de su familia y a aquellos que eran de origen desconocido un subsidio del diván de asignaciones. Y eso fue por pedido de ‘Abdul-lâh ibn Safuân ibn Umaîah[6].
También el incremento de los subsidios de los soldados y de los comandantes era según sus capacidades, sus varias y diferentes contribuciones a los campos de las conquistas y la lucha. Por ejemplo, ‘Abdul Malik ibn Marauân honró a Mûsa ibn Nusair cuando liberó a Ifriqiya en el año 83 de la Hégira. También honró a Al Hayyây ibn Al Muhal-lab ibn Abi Sufrah y sus compañeros por sus esfuerzos en acabar con los Jauâriy Al Azâriqah[7], así que incrementó su subsidio y dijo: “Ellos son los realizadores de los grandes hechos, son los que más merecen el dinero y son los que protegen las fronteras y rabian al enemigo”[8].
Debido a la importancia de dicho diván, el Estado procuraba encomendarlo a los ‘Ulamâ’ (eruditos) y la gente de experiencia. Así que Abu Ya‘far Al Mansûr encargó dicho diván al Imam Al-laiz ibn Sa‘d[9]. Y esto no suena raro, ya que siempre el califato islámico procuraba encomendar sus asuntos públicos a los ‘Ulamâ’, rectos y capacitados administrativos. Y la función del empleado del diván de soldados y asignaciones se representa en “el cálculo de las proporciones y el registro de las marcas distintivas de los animales y los adornos de las personas y su descripción”[10].
Como resultado de la experiencia administrativa en las condiciones de los soldados y los súbditos, el jefe del diván de asignaciones asciende en los cargos de los establecimientos estatales, así que a veces se le encargaba la dirección de los ejércitos. Por ejemplo, el califa abasí Al Muktafi (Falleció en el año 295 de la Hégira) encomendó el ejército a Muhammad ibn Sulaimân, el jefe del diván de soldados y asignaciones, para combatir a los Qarâmitah que se rebelaron contra el califato abasí[11].
También el diván de asignaciones tenía una importancia histórica en juzgar en las cuestiones controversiales, como el fallecimiento de hombres de alta posición, ya que se sabía a través de este diván las fechas de fallecimiento de muchos hombres de alta posición que no se las podía encontrar en otro lugar fuera de éste. Por lo tanto, era como una casa nacional de documentos en todos los lados del califato islámico. Por ejemplo, un diálogo tuvo lugar entre un Sheij que visitó Homs y un habitante de esta ciudad que era pariente del combatiente Jâlid ibn Ma‘dân Al Kulâ‘i. El Sheij mencionó que se encontró con ese combatiente en la Gazuah (batalla) de Armenia (en el año 108 de la Hégira), pero los parientes del mismo mencionaron que falleció en el año 104 de la Hégira, así que la solución definitiva fue recurrir a los registros del diván de soldados y asignaciones que confirmaron que el fallecimiento tuvo lugar en el año 104 de la Hégira[12].
Lo extraordinario es que los poetas eran de entre aquellos a los que se les dedicaban subsidios en el diván de asignaciones en la era del califato omeya en Al-Ándalus. Se les otorgaban a base de la calidad de sus poesías. Se narra que, Ahmad ibn Muhammad Al Qastali elogió a Al Mansûr ibn Abi ‘Âmir con un poema maravilloso en el que emuló un poema compuesto por el famoso lingüista Sâ‘id ibn Al Hasan Al Andalusí. “Por lo tanto, se pensó mal de la calidad del poema de Al Qastali y se le acusó de plagiarlo. Y es digno de mencionar que en la época de Al Mansûr ibn ‘Âmir, un diván especial fue dedicado para el pago de los poetas según sus rangos… Así que Al Qastali fue llevado a Al Mansûr por la acusación de plagio y se dijo que no debía ser registrado en el diván de asignaciones. Así que Al Mansûr se reunió con él el jueves de noche el día 3 de Shaûâl del año 382 de la Hégira, y le pidió improvisar un poema. Al Qastali creó un poema eminente, así que refutó la acusación hecha contra él. Por lo tanto, Al Mansûr le dio cien dinares y lo registró entre los otros poetas del diván”[13].
También, en el Estado de los mamelucos, el jefe del diván de asignaciones –según Ibn Jaldûn- se nombraba como administrador del ejército, lo que significa que las competencias de este diván tenían aún más importancia en aquel tiempo.
En resumen: el diván de los soldados y de las asignaciones era uno de los aspectos más importantes de la civilización islámica durante su larga historia, ya que a través del mismo el establecimiento administrativo en el Estado pudo organizar las asignaciones y las pensiones destinadas a los súbditos y a los soldados con un estilo civilizado maravilloso.
[1] ‘Abdur-Rahmân ‘Umairah, Al Istrâtîyîah Al Harbîah Fi Idârat Al Ma‘ârik Fi Al Islâm, Pág. 78.
[2] Abu Yûsuf, Al Jarây, Pág. 42.
[3] Fathîah An-Nabarâui, Târîj An-Nudhum Ual Hadârah Al Islâmîah, Pág. 83.
[4] Véase Akram Al ‘Omari, ‘Asr Al Jilâfah Ar-Râshidah, Pág. 380.
[5] [Al Bujâri (1403)].
[6] Mus‘ab Az-Zubairi, Nasab Quraish, Pág. 129
[7]Una de las sectas más exageradas y extremistas de los Jauâriy.
[8] At-Tabari, Târîj Al Umam Ual Mulûk 5/135.
[9]Ibn ‘Asâkir, Târîj Dimashq 50/367.
[10] Ibn Qutaibah Ad-Dînûri, Al Imâmah Ua As-Siâsah, 2/331.
[11] Al Maqrîzi, Iti‘âdh Al Hunafâ’, Pág 51.
[12] Ibn Al ‘Adîm, Bugiat At-Talab Fi Târîj Halab 3/253.
[13] Al Humaidi, Yadhuat Al Muqtabas, Pág. 40
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